Los dolores de cabeza, la fatiga, la dificultad para respirar y los problemas cognitivos son síntomas comunes del COVID prolongado, una enfermedad persistente y desconcertante que puede permanecer durante meses o años después de la infección inicial por coronavirus.
Una serie de nuevos estudios que se presentaron en la Conferencia Científica 2023 del Colegio Americano de Cardiología sugieren que las personas con COVID, incluso leve, también pueden estar en riesgo de problemas cardiovasculares a largo plazo.
El COVID-19 provoca un aumento de las tasas de dolor torácico entre seis meses y un año después de la infección en los pacientes, según encontraron los investigadores de Intermountain Health de la Universidad de Salt Lake City en Estados Unidos, quienes para su estudio han analizado a casi 150.000 pacientes y presentaron en dicho evento sus conclusiones.
En su investigación concluyeron que incluso los pacientes con infecciones leves de COVID-19 pueden sufrir complicaciones de salud durante meses, incluso años.
Casi el 19% de los adultos de EEUU que previamente dieron positivo en la prueba de COVID-19 informaron secuelas vinculadas al COVID prolongado, dolencia en la que experimentan signos y síntomas durante cuatro semanas o más después de la fase inicial de la infección. En un esfuerzo por cuantificar lo que significa el Long COVID ahora, y lo que podría significar en el futuro para estos pacientes, los investigadores de Intermountain Health en Salt Lake City estudiaron a casi 150,000 pacientes en busca de síntomas cardiovasculares.