Se cumple un año de la vacancia del expresidente Pedro Castillo, por parte de un Congreso y clase política que nunca aceptó que un campesino los gobierne. Y tras 365 días, aún no existe ninguna prueba contundente contra él, siendo las acusaciones solo supuestos o especulaciones.
Como se recuerda, desde que Castillo ganó las elecciones a la campaña millonaria de Keiko Fujimori y la derecha peruana, las principales empresas del Perú, gremios transnacionales y otros, se unieron para evitar que el maestro chotano asuma la presidencia.
Inventaron denuncias, lo calificaron de corrupto y hasta lo compararon con los gobiernos corruptos de Alejandro Toledo, PPK, Ollanta Humala y Alberto Fujimori, por solo especulaciones de un grupo de congresistas de la derecha y sus aliados, quienes nunca dejaron de azuzar la vacancia de Castillo.
El 7 de diciembre del 2022, Pedro Castillo, cerró el Congreso de la República que solo buscaba sacarlo del gobierno. Dicho cierre, fue a pedido de la población peruana, quienes exigían a diario un nuevo parlamento y más aún, porque la vacancia en su contra cada vez estaba más cerca, porque la finalidad de sus abversarios fue retomar el poder que lo tuvieron en los últimos 30 años, pero que tras la asunción de Dina Boluarte, finalmente lo recuperaron.
Pasaron numerosos informes periodísticos en los medios de comunicación de Lima, todos los días atacaban al gobierno de Castillo, asustaban a la población con el alza del dólar, alza de los precios de los alimentos que hasta el momento ocurre, desestabilizando al gobierno del maestro chotano, quien solo se defendía gobernando para los verdaderos peruanos, quienes veían en él, un verdadero cambio.
Transcurrido un año y no hay ni una sola prueba de corrupción contra Pedro Castillo, con lo que se demuestra que la verdadera intensión de la derecha peruana, fue seguir gobernando al Perú, caiga quien caiga, y ahora con Dina Boluarte al frente, tiene un aliado más, para quedarse hasta el 2026.