9 de Diciembre: Batalla de Ayacucho – 199 años

Ante la presencia de las principales autoridades regionales, provinciales, distritales, militares y sociedad civil, se desarrolló hoy en horas de la mañana, la apoteósica escenificación de la Batalla de Ayacucho, conmemorando sus 199 años.

Esta gesta histórica, fue el final del dominio español en el Perú y América Latina, sellando la independencia e iniciando una nueva etapa, denominado la república que perdura hasta nuestros tiempos y que el próximo año conmemorará sus 200 años.

Recordemos que la escenificación de la Batalla de Ayacucho es única a nivel nacional, porque se desarrolla en la misma Pampa de Ayacucho, donde aquel 9 de diciembre de 1824, el ejército libertador al mando del general Antonio José de Sucre, derrotó en las faldas del majestuoso Condorcunca al ejército realista comandado por el Virrey La Serna.

En esta ocasión, se dispuso el despliegue de escolares del nivel secundario de diferentes colegios de la ciudad de Ayacucho, así como de caballos, montonero de Pampa Cangallo y artefactos pirotécnicos para el desarrollo de la escenificación.

Tras casi dos horas, la puesta en escena culminó con la firma de capitulación, en la que la historia cuenta que el Virrey La Serna, aceptaba la derrota y el retiro inmediato de la corona española de los territorias de América Latina y la consolidación de las repúblicas independientes.

BATALLA DE AYACUCHO:

La madrugada del 9 de diciembre, los realistas ata­caron la derecha de Sucre, mandada por el general José María de Córdova Muñóz. Este ataque falló, igual que el infligido en el centro por las fuerzas del general realista Antonio Monet.

Los revolucionarios al mando de Córdova respondieron con una carga de bayonetas que hizo retroceder a la izquierda de la línea realista, rompiendo sus filas y permitiendo la entrada de la caballería e infantería. Las reservas realistas avanzaron de forma insensata, quedando en posición de ser rodeados por las fuerzas revolucionarias.

A pesar de su inferioridad numérica, Sucre ganó una batalla rápida y relativamente limpia. La acción en su conjunto duró menos de 80 minutos. Las bajas revolucionarias totales se concentraron en poco más de 300 muertos y 600 heridos.

Las bajas de los realistas, por otro lado, fueron sorprendentemente altas: 1.400 muertos, 700 heridos y 2.500 prisioneros. Entre éstos estaban casi todos los oficiales más importantes. El propio virrey Serna se convirtió en un prisionero de guerra, igual que 15 generales, 16 coroneles y 68 tenientes coroneles.

El elevado número de bajas de oficiales su­periores dio a esta batalla el sobrenombre de «batalla de los generales». Los realistas no podían permitirse la pérdida de liderazgo de tantos militares y ad­ministradores.

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