Oscar Llacuachaqui Sánchez de 30 años, era un médico que había terminado su Sérums y estaba listo para iniciar un trabajo en la ciudad de Lima; sin embargo, uno de los requisitos era presentar el certificado de Sérums y tras la negativa de la Diresa Ayacucho de enviarle dicho documento vía virtual, tuvo que viajar a la Ciudad de las Iglesias; sin embargo, jamás llegó, porque falleció en el accidente del bus de la empresa Civa en Apacheta – Vía Libertadores.
El padre del jóven médico, Walter Llacuachaqui, señaló que su hijo había realizado un año del Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Sérums) en una posta médica de la Policía Nacional (PNP), en Huanta. Durante ese tiempo viajó de Ayacucho a Lima con sus propios recursos y tras cumplir con su labor y retornar definitivamente a la capital peruana, su nuevo centro de trabajo le pedía un documento para regularizar un contrato.
Lamentablemente, los trámites de manera virtual no dieron su fruto, porque en la Diresa le indicaron a su padre que la entrega del certificado era presencial, pese a encontrarnos en pleno 2024 y donde los trámites virtuales se encuentran normalizados en todas las instituciones.
“Soy el papá del doctor Oscar Benjamín Sánchez, que vino a recoger un simple papel a la Diresa y fue trágico porque ellos me dijeron que tenía que ser en persona, parece que ni siquiera se actualizan. El Serums tiene su Facebook, redes sociales y muy bien podría ser el trámite virtual. Acá dicen lo que quieren, dicen lo que quieren, prometen muchas cosas y cuando se les piden, no cumplen”, lamentó el padre de familia en Latina Noticias.
Walter Llacuachaqui viajó desde Lima a Ayacucho junto a su esposa y su hijo mayor tras conocer la noticia de la tragedia en la vía Los Libertadores. Mencionó que no espera nada de la Diresa de Ayacucho, ni siquiera tiene ánimos para conversar con algún representante de esta entidad. Lo único que quiere es recoger los restos de su hijo y retornar con él a la ciudad para darle cristiana sepultura.
Además, indicó que las pertenencias de su hijo, como su laptops, celular y otros objetos de valor no fueron encontrados entre sus pertenencias durante el rescate de cuerpos. “Ya sus cosas se perdieron, qué se va a hacer”, señaló para el citado medio.
“En vez de ayudarles, de facilitarles, les ponen obstáculos. En Huanta, la jefa de la Policía le ha pedido una gigantografía, un montón de cosas, y los jóvenes tienen que realizar peligrosos viajes para conseguir todo lo que les piden. Y los señores que firman lo realizan en estado de embriquez. El enemigo de un peruano es otro peruano, parece que sí se cumple acá”, añadió en medio de lágrimas.